“Para mi una película es más contar una experiencia que contar una historia” asume Wong Kar-Wai. El poeta visual del cine (así lo denomina unánime la crítica) dirige The Follow, una suerte de cortometraje comercial en el que una vez más, el creador asiático, pone sobre la mesa toda su artillería. Parece que la limitación del tiempo no es una baza en su contra (la pieza apenas dura 11 minutos), para crear personalísimas atmósferas copadas de sugestión. En esta ocasión, el cineasta chino, lleva al espectador a un viaje iniciático por los prolegómenos del espionaje doméstico. Identitarios detalles que conjugan una excelente fotografía con la propia voz del protagonista, Clive Owen, explicando los trucos para perseguir a alguien sin ser advertido.
Pero siempre hay algo de romanticismo en toda la diatriba del cineasta asiático que desarrolla un elenco de argumentarios que huyen de lo convencional y se alojan en la memoria del espectador, conmovidos por la reflexión a la que invita, con la íntima perspectiva que se aloja a través de la combinación de música y silencios. Porque si en algo también es adalid Wong Kar Wai es en hacernos escuchar todo aquello que no se dice. Adriana Lima, la mujer devastada que emprende una huida de un marido que trata de retenerla a toda costa, (un Mickey Rourke más Rouke que nunca), acechada por Owen, apenas entona palabra, sin embargo el retrato que Kar Wai dibuja de ella es completo, silencioso, compasivo.
Y no hay más mérito que ese, crear una pequeña cápsula de grandiosidad al nivel de 2046 o Deseando Amar que, de olvidar que, en definitiva, no se trata solo de un anuncio de coches, permanecerá en la memoria de sus seguidores y en el plantel de obras maestras de su creador.
Lástima que, aún hoy, se desdiga la calidad de una obra maestra por el hecho de ser creada para una marca comercial, en este caso BMW, sin embargo, ese poso incómodo que queda tras ver un cortometraje que invita a pensar en el poder de las decisiones correctas, ruge con fuerza e incluso deja marcas de neumáticos en la conciencia.
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